CIRUGÍA REFRACTIVA

La cirugía refractiva ofrece la posibilidad de eliminar o disminuir significamente el uso de anteojos o lentes de contacto, para pacientes que cumplan ciertos criterios de seguridad.

La cirugía refractiva con láser excimer se basa en la propiedad de este láser de remover tejido corneal con precisión sub micrométrica. Con este láser es posible cambiar la forma de la córnea, haciéndola más plana o más curva, incluso en determinados ejes para permitir la corrección de la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo.

La córnea es la estructura transparente frente al iris (parte coloreada del ojo). La membrana más anterior que cubre la córnea se llama epitelio y bajo el epitelio está el estroma corneal. Es en ésta zona de la córnea donde se utiliza la energía del láser excimer para cambiar su forma y de ésta manera, tratar los defectos refractivos.

La cirugía refractiva sólo se puede realizar en pacientes adultos, con córneas estructuralmente sanas y cuyo defecto a tratar esté estable y sin variación durante al menos un año.

Existen diferentes maneras de aplicar el láser sobre la córnea, pero fundamentalmente son 2 las más importantes: LASIK y PRK

El LASIK es la técnica más difundida, porque permite un post operatorio con pocas molestias y una rehabilitación visual muy rápida. En la cirugía LASIK la primera etapa de la cirugía consiste en la creación de una fina lámina de la córnea más anterior que se levanta; a ésta lámina la denominamos “flap”. En la cirugía moderna este flap se crea con un láser de altísima precisión llamado láser de femtosegundos. Una vez levantado el flap, el láser excimer se aplica sobre el estroma para cambiar su forma. Terminado el tratamiento, el flap se vuelve a posicionar sobre la córnea.

La recuperación post operatoria con LASIK es rápida y con pocas molestias. Sin embargo, no todos los pacientes son candidatos a operarse con técnica LASIK. Algunos pacientes que tienen, por ejemplo, córneas muy delgadas, el LASIK no se puede realizar. En esos casos es mejor opción una técnica llamada PRK.

Cuando se realiza una PRK en vez de un LASIK, se utiliza exactamente el mismo láser excimer del LASIK, pero en vez de crear un flap, se remueve mecánicamente el epitelio de la córnea y el láser se aplica entonces, sobre el estroma corneal. El epitelio que se remueve crece rápidamente en 5 o 7 días. Mientras crece, la visión suele ser un poco borrosa y los pacientes pueden presentar molestias como dolor, sensación de cuerpo extraño y lagrimeo, particularmente los primeros días. Para evitar esas molestias, se deja puesto un lente de contacto muy fino y sin aumento, a la espera de que el epitelio corneal se regenere. En el mediano a largo plazo, ambas técnicas son comparables respecto a la agudeza visual final lograda.

Las indicaciones de la cirugía refractiva con láser excimer dependen de variables técnicas como el grosor y la forma de la córnea o la magnitud del vicio de refracción a tratar. Hay que considerar además el estilo de vida del paciente, su trabajo y necesidades visuales (por ejemplo, deportes de contacto).

Cuál técnica es mejor en qué situación particular es algo debe evaluarse en cada paciente individual y Ud. debe discutir son su Oftalmólogo.